Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016

La fe y el amor son inseparables

1 Ju 5:1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Cuando nacemos de Dios, el Espíritu Santo vierte el amor de Dios en nuestros corazones Ro 5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.  5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. La fe vence al mundo, es la que ve las realidades eternas, conoce el

El poder de Cristo llega a nosotros a través de la fe

Mr 5:21:23 Cristo mostró su poder divino, venciendo sin ninguna dificultad aquellas cosas que para el hombre resultan imposibles. Su propósito es mostrarnos algunas de las características de su Reino, en el que los límites impuestos por la caída, por la desobediencia, son superados por su poder para sanar y resucitar. El poder restaurador del Señor llega a nosotros a través de la fe. En Jairo , vio su fe recompensada, con la resurrección de su hija. Es el contacto y la presencia de Jesús lo que importa, su toque tiene poder sanador porque Él se compadece de las debilidades humanas y es fuente de vida y de misericordia. Debemos permanecer en su presencia. Jesús acababa de ser rechazado por los gadarenos que le rogaron que se fuera de sus contornos (Mr 5:17). Los gadarenos entre el hijo de Dios y sus “cerdos” sucios escogieron a los cerdos. El hijo de Dios partió. Un hombre llamado Jairo, principal de la sinagoga de Capernaúm, le rogaba insistentemente que fuera a su

Jesús ora por sus discípulos

Ju 17: 11-19 La última oración de Jesús por sus discípulos demuestra los más profundos anhelos del Señor por sus seguidores. Jesús revela que el único motivo por la perdición de Judas es para que se cumplan las Escrituras (Salmo 41:9). Sal 41:9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,  Alzó contra mí el calcañar. También es un ejemplo inspirado por el Espíritu Santo de cómo todo pastor debe orar por la congregación y todo padre cristiano por sus hijos. Al orar por los que están bajo tu cuidado, los principales anhelos son: Que tengan conocimiento íntimo de Jesucristo y su Palabra, Que Dios los proteja del mundo, del contrario, de las falsas doctrinas, y que Dios no permita que se aparten de Él, Que tengan siempre dentro de sí la medida completa de la alegría de Cristo, Que pongan la disposición a ser transformados en santidad, en pensamiento obra y carácter, Que sean uno alineados en el Padre, Hijo y Espíritu Santo y en koinoni