PRUEBAS EN EL DESIERTO

 

Deut 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

 

A veces el Señor permite que pasemos por pruebas en nuestra vida para evidenciar lo que en realidad hay en nuestro corazón. Nuestra reacción ante las circunstancias hará evidente lo que en realidad somos y pensamos.

 

Las pruebas en la vida no son para “hacernos sufrir” sino que nos sirven para crecer y madurar.  Así como en la escuela pasan exámenes para ver si los alumnos aprendieron lo que ya les fue enseñado, de igual manera el Señor permite que pasemos ciertas pruebas en la vida para comprobar si ya hemos aprendido. 

 

En teoría, todos deseamos obedecer a Dios, pero en la vida diaria es donde “se prueba” si uno es obediente o no.  Las pruebas sacan a luz la verdad.

 

(Proverbios 17:3) El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el SEÑOR prueba los corazones.

 

1 Ped 1:6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, -7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

 

La buena noticia es que el Señor no nos hará pasar por pruebas más allá de lo estemos preparados para superar.

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