El altivo y el humilde





Salmo 138:6 “Porque Jehová es excelso y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos”

Cuando la altivez ocupa nuestro corazón, la mirada de Dios se aleja, desconociendo que, para los asuntos de verdadera importancia en la vida, Dios no es una opción sino una necesidad.

Y es la altivez una de las condiciones que más daño nos hace.

No podemos darnos el lujo de tener a Dios mirándonos de lejos sabiendo la maldad que en estos tiempos se ha despertado, y el único que tiene poder para someterla bajo sus pies es el Señor Jesús.

Antes que todas las riquezas del mundo es preferible saber que Dios está dispuesto a ayudarnos en todo tiempo, y saber si en verdad en nosotros habita un corazón humilde, y no un espíritu de altivez.

El asunto es que la humildad y la altivez son condiciones del corazón.

Mateo 11:29. Jesús declara que debemos aprender de Él que es manso y humilde de corazón. Él protestó contra la injusticia, se paró contra la maldad y todo eso lo hizo enérgicamente pero con un espíritu humilde.

Mt 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

Jer 6:16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.

Mateo 23:12. “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.


2 Cr26:3 De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén. -4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre. -5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó.

I. Su prosperidad. Uzías ascendió al trono a la edad de dieciséis años, y se dice que "el nombre de su madre fue Jecolías de Jerusalén." Estas palabras, "el nombre de su madre," se encuentran cerca de treinta veces en Reyes y Crónicas, y parecen indicar que la madre depende en gran medida el carácter y la conducta del hijo. Ver 2 Reyes 8:26; 12:1; 14:02.
De Uzías está escrito que "todo el tiempo que buscaba al Señor, Dios le prosperó" (ver 1 Crónicas 28:9;.. Sal 69:32). Como rey de Judá, Uzías es recordado principalmente por la época de la prosperidad que prevaleció durante su reinado. Él reinó durante cincuenta y dos años, y una descripción gráfica de lo que él logró para Judá se ha conservado (2 Cron. 26). En virtud de Uzías, Jerusalén estaba adornado con mucha prosperidad.

II. Su orgullo. Dios le resulta difícil confiar a la prosperidad a muchos de su pueblo. Resulta que sus cabezas son conducidas a la soberbia como con Uzías, de los cuales también se dice: "Cuando él era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina." Pecado especial del rey era una intrusión a las funciones sacerdotales, y en este era un tipo del anticristo de los últimos días (Éxodo 30:7, 8; Dan 11:36, 37;.. 2 Tesalonicenses 2:3, 4). El rey usurpó la función del sumo sacerdote y ofreció incienso. Religiosamente, Uzías se clasifica entre los buenos reyes (2 Reyes 15:1, 3), y si hubiera estado contento de seguir siendo un buen rey, todo habría ido bien.

Su capacidad e inteligencia le permitió hacer grandes cosas, pero esto sería también la causa de su perdición, pues su mayor fortaleza se convirtió en su mayor debilidad.

En el verso 16 “porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.”

Uzías sabía que sólo los sacerdotes podían quemar el incienso en el altar, él conocía las instrucciones de la ley, estaba claramente establecido en el libro de Éxodo, claramente establecido en el libro de Números, pero como muchos líderes poderosos, él era impaciente, no podía esperar a que un sacerdote venga para quemar el incienso, no puso límites a su orgullo.

Cuando líderes de la iglesia cegados por su orgullo viven por encima de la instrucción de Dios,

2 Cro26 17 y 18, “Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, varones valientes. Y se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No te corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo. Sal del santuario, porque has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios.

2Cro26:19 Entonces Uzías, teniendo enla mano un incensario para ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso

III. Su castigo. Por su intrusión en los sagrados deberes del sacerdocio, Uzías fue atacado por la lepra, y tuvo que retirarse de los asuntos públicos, su hijo Jotam actuando como su representante (2 Reyes 15:5). La condición de lepra era una expresión adecuada de la indignación de Dios ante la presunción de Uzías (véase Éxodo 04:06;. Lev 13:3, 12, 13, 25,. Lucas 4:27). En última instancia, se fue a la tumba de un leproso, pero en el año del rey leproso murió, Isaías, que había mirado Uzías como su héroe-rey, tuvo una visión que transformó su vida y ministerio (Isaías 6).

Así Uzías es una advertencia en llamas contra el orgullo espiritual que lleva a la presunción (2 Cron. 26:16-21).

Esa advertencia es para hoy :
Las dos principales trampas de satanás para los siervos de Dios; son el orgullo espiritual y la lujuria carnal.

Mientras Uzías siguió buscando de Dios y sus caminos rectos, el Señor le dió gracia, fuerza y ayuda para gobernar como rey de Judá.
Uzías no logró comprender que todo lo que él había llevado a cabo había sido con la ayuda de Dios, el resultado fué orgullo y eso lo llevó al pecado e infidelidad.
También el rey Acaz que estuvo entregado a idolatría y ocultismo destruyó a sus propios hijos como un sacrificio a dioses paganos. Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales le derrotaron y le tomaron gran número de prisioneros que llevaron a Damasco.

Sal 138:6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Mas al altivo mira de lejos.

Jer 17:7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. -8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

2 Al altivo mira de lejos Sal 138.6

Jer 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
17:6 Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

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