Jesucristo es nuestra esperanza




Ap1:7 He aquí que viene con las nubes,y todo ojo le verá, y los que le traspasaron;y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.Sí, amén.

El propósito primordial del libro de Apocalipsis es describir el triunfo del reino de Dios cuando Cristo vuelva para establecer su reino en la tierra. Presenta una profecia escatológica, de los últimos tiempos de victoria para los fieles, enseñando, mostrando un juicio para el sistema satánico del mundo.

Ap 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega,principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir,el Todopoderoso.

Apocalipsis 22. 13
Exodo 3. 14

Bienaventurado el que lee, doble bendición sobre los que leen, oyen y obedecen la voluntad de Dios, escrita en las sagradas escrituras.

El que cree guarda los mandamientos, leyendo aprendemos y aplicamos las grandes verdades espirituales del Mitzvá de Dios para su pueblo.
Conocemos el programa de Dios revelado sobre el futuro para el mundo y para su pueblo, nos acerca a Jesucristo en fe, esperanza y amor.

En una visión Daniel vió que de las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. A fin de recibir un reino eterno que nunca se les dará a otros.

Este ser majestuoso se presenta delante de Dios el Padre como una persona separada de Él. El Anciano de días, es otra manera de reconocer a Dios como Eterno, a quien Abraham reconoció como “El juez de toda la tierra” (Gn 18:25).

Gn 18:25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?

Dios juzgará a todas las personas y todos los reinos al final de los tiempos. Verán al Hijo del Hombre viniendo, Él vendrá a juzgar a las malas personas, a liberal a su pueblo fiel y a establecer justicia en la tierra.

Los creyentes que hayan sido arrebatados de la tierra, volverán con Cristo en su venida con poder y gran gloria.

Mt 26:64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

Jesús fue golpeado y exhausto fue llevado a través de Jerusalem para que Pilato lo interrogara. Dejaron en libertad a Barrabas, un ladrón y fue el pueblo el que decidió que así fuera, lo azotaron cruelmente y lo entregaron para ser crucificado.

Un sufrimiento por el cual llevó nuestras cargas sobre Él, obtuvo la victoria, el cordero de Dios fué sacrificado y resucitado con poder. El Hijo del Hombre se sienta a la diestra del Dios Padre, y vendrá con poder en las nubes del cielo a buscar a su iglesia, a su amada iglesia.

Podemos darnos cuenta de que el tiempo glorioso de aparición de Jesús para establecer su reino está cerca al observar las señales en lo que está sucediendo en el mundo.

La Palabra dice que nadie sabe el momento de su venida sólo Dios. Es desconocido e inesperado porque vendrá como ladrón en la noche, arrebatará a todos los verdaderos creyentes.

1 Tes 5:2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche.

Arrebatar es llevar consigo con fuerza irresistible. El arrebatamiento de la iglesia del Señor para reunirse con Él en el aire. Ello incluye sólo a sus fieles de las iglesias de Cristo.

Los creyentes resucitados, los que durmieron en Cristo y los transformados serán arrebatados juntos para reunirse con Cristo en la atmósfera entre cielo y tierra.

Serán apartados de todo sufrimiento, persecución y opresión, de todo dominio del pecado y muerte; el arrebatamiento nos libra de la ira venidera, la gran tribulación (1 Ts 1:10).

La venida del Señor es nuestra esperanza, es el anhelo de todo cristiano el retorno del Señor.

Debemos estar vigilantes y esperanzados que venga Cristo a por su iglesia, nosotros formamos parte de ella. Es nuestra esperanza.
Sabemos de cierto que la parte de la iglesia profesante que deje de abstenerse del mal y le sea infiel a Cristo será dejada.

En su venida “el dia” no sorprenderá como ladrón a los creyentes fieles. Debemos mantenernos alerta y en sano juicio, revestidos de fe, amor y justicia.

Lc 12:46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.

Zac 9:14 Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y Jehová el Señor tocará trompeta, e irá entre torbellinos del austro.

Austro.- viento que sopla del Sur.

Esta profecia se cumplió en la derrota de Antíoco Epífanes alrederdor de 168 a.C. Es de doble cumplimiento.

Este personaje es un símil de anticristo.

Antioco Epifanes, personaje cruel que quiso forzar a los judios en a que adoraran a Zeus el dios de Grecia y queria imponer la cultura griega a los judios por la fuerza, Antioco Epifanes mató cruelmente a multitudes de judios llegando a profanar/ blasfemar al templo judio entrando al templo donde sacrificó a un cerdo, fue una abominación desoladora.

Sin referirse al lapso de tiempo entre la resurección de Cristo y su segunda venida, Zacarías salta a la segunda venida. Después del triunfo de Cristo sobre el anticristo y sus ejercitos, no habrá más necesidad de carros de batalla. Su dominio cubrirá toda la tierra.

Llegará la paz suprema con Él. Ese resultado está garantizado por la grandiosa bondad y hermosura del Señor. Todo lo que el Señor hace por su pueblo revela su bondad y la hermosura de su santidad.

Debemos pedid a Jehová lluvia en la estación tardía, la lluvia de primavera, es tan esencial para que maduren los frutos. La obra del Espíritu Santo del AT fue como lluvia temprana, ya que fue un tiempo de preparación y siembra. La lluvia tardía comenzó en Pentecostés, y con ella la cosecha de almas.
Debemos esperar un contínuo derramamiento de la “lluvia tardía” del Espíritu Santo hasta el fin de los tiempos.

Zac 12:10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, (Juan 19. 37 Apocalipsis 1. 7) y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. -11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. -12 Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; -13 los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; -14 todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí.


Todo ojo le verá, y los que le traspasaron y todos linajes de la tierra harán lamentación por Él. En medio del peligro en aquel día de batalla, el pueblo clamará a Dios pidiendo ayuda. Dios derramará su Espíritu Santo para dar su gracia y responder a las oraciones de su pueblo.

Las personas arrepentidas reconoceran que fueron culpables de la espada romana que traspasó el costado de Cristo, y de su muerte. Su lamento será el más amargo. Cada família se afligirá por separado, tendrán que arrepentirse individualmente de su pecado y su rechazo.

El Señor, el que es y que era y que ha de venir. El Todopoderoso.

Mt 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

El evangelio del reino ha de ser predicado adecuadamente en todo el mundo. Es el evangelio del poder de Cristo, de la justicia del Espíritu Santo acompañado de señales y testimonios. Sólo Dios sabrá cuando se realizan según su propósito en su dispensación. La tarea es predicar a todas las naciones fiel y constantemente hasta que el Señor regrese para llevar a su iglesia al cielo.

Mt 24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. -38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, -39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 


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