Escudriñar bajo la luz de Dios


Cristo es el tesoro escondido en todas las páginas de la Biblia. Él es el Verbo, la Palabra viviente que nos habla por medio de la Palabra escrita, a fin de que nosotros lo conozcamos y alcancemos vida eterna.

La intención de la palabra es penetrar hasta las partes más recónditas de nuestro ser. Un bisturí podrá partir los huesos hasta ver los tuétanos, pero sólo la palabra de Dios podrá partir el alma y los pensamientos. Sólo la palabra de Dios podrá quebrantar un corazón endurecido.

La Biblia no tendría sentido si a través de todos sus libros no lográramos ver a Jesucristo.

Porque se trata del testigo más fiel, las Escrituras nos dicen que Jesucristo es el Mesías prometido, el Hijo de Dios, el Verbo encarnado.

Dios nos ha llamado para que tengamos esa gloria y se lleva acabo cuando escudriñamos las escrituras, porque a través de ella conocemos los misterios de Dios los cuales son invaluables (no se puede valuar).
La inmensa sabiduría De Dios es insondable.

Hch 17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Este relato se refiere a Berea. Pablo venia de Tesalónica dónde encontró un gran alboroto cuando discutió con ellos, declarando por medio de las escrituras que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos. Algunos creyeron a Pablo y Silas, pero los judios que no creyeron crearon un gran alboroto.

La mayoría de judíos finalmente no vieron a Jesús en la Biblia. A mucha gente le sigue pasando lo mismo.

No sienten al primer amor, no tienen pasión por escudriñar, pues si somos verdaderamente de Cristo dónde están dos o tres en su nombre ahí está Él, en su presencia recibimos ríos de agua viva, manantiales de agua cristalina nos ha de llenar de gozo, porque Él es nuestra piedra angular. Deja que los muertos entierren a sus muertos levántate y sígueme, porque Él es la luz y la vida.

Cuando escuchamos a predicadores y maestros la exposición de las escrituras, debemos examinar con cuidado mediante un estudio personal las escrituras. No debemos aceptar ninguna interpretación o doctrina pasivamente.

Pues la palabra de hombre está contaminada, en cambio la Palabra de Cristo es pura y llena de riqueza y sabiduría de Dios.

Por esa razón los ministerios que Dios da, deben ser muy celosos de seguir la guía del Espíritu Santo y no se puede permitir ninguna transigencia.

Si se está bajo la cobertura del Espíritu Santo, Él todo lo revela, todo lo saca a la luz. El ministerio no puede albergar mentira, transgresión, carnalidad, apatía; alberga sólo el arrepentimiento y pasión por la verdad y la justicia de Dios, y el gozo al estar bajo su cobertura.

La palabra escudriñar significa examinar de arriba abajo, investigar con cuidado y exactitud. La predicación bíblica debe de convertir en estudiantes de la Bíblia a los oyentes. Debe examinarse la verdad de toda doctrina a la luz de la Palabra de Dios.

Hch 17:16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría.

A los ojos espirituales la idolatría golpea, irrumpe sin escrúpulo la sensibilidad de ferviente siervo.
A los ojos espirituales la piedad fingida enfría con ostentamiento ceremonial la iglesia; porque la verdadera piedad está en el corazón, en espíritu y verdad.
Si pierde el tiempo en la retórica de las imágenes se aleja De Dios de su verdad, presencia y se pierde en el laberinto de vanidades, de religiosidad.

Mr 4:24 Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido,(Mateo 7. 2, Lucas 6. 38) y aun se os añadirá a vosotros los que oís.

El arte de la atención es tan difícil como el de la homilética.

Homilética es el arte y ciencia de predicar para comunicar el mensaje de la Palabra de Dios. Se estudia cómo organizar el material, preparar el bosquejo y predicar efectivamente.

El arte de la atención.-

Ju 10:5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
  • Escuchad con discriminación, descubriendo la falsa doctrina.
Mt 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

- Escuchad con atención, verdadera y ardientemente.

- Escuchad retentivamente, tratando de recordad la verdad. Con anhelo, orando que la Palabra pueda ser bendecida en nosotros.

Al observar la corrupción moral y la idolatría Pablo se indigno, su espíritu se agitó a causa de las personas que estaban perdidas y necesitaban la salvación.

Por causa de Cristo y la salvación del perdido, el espíritu del creyente debe rebelarse contra el pecado denunciado en las Escrituras, el cual ofende a Dios y destruye a la humanidad.

En el pasado antes que llegara el pleno conocimiento de Dios por medio de Jesucristo, Dios pasó por alto la gran ignorancia del mundo de quien Él era, y las maneras en que el pecado andaba arraigado en el mundo.

Ahora con la plena y perfecta revelación de Cristo, el mandato es claro para todos arrepentimiento y creamos a Jesucristo como Señor y Salvador. No se hacen excepciones, porque Dios no tolera los pecados de nadie.

El mensaje es claro o nos volvemos del pecado o seremos condenados. El arrepentimiento es esencial para la salvación.

Ju 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; 5:40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

La Biblia debe ser leída con un corazón sediento y con un alma hambrienta con la intención de ser saciada. Ella es un tesoro escondido donde debemos ir para buscar el “oro” de la sabiduría, el “oro” de conocimiento, el “oro” de sus demandas.

Pero sobre todo, el “oro” de la voluntad de Dios. Obediencia y sujeción a Dios. Nuestra voluntad ha de estar sujeta a la voluntad De Dios, y la mejor manera de honrar a Dios es a través de nuestra obediencia.

Nuestra vida en Cristo no tendrá éxito, no dará fruto si no cumplimos con este mandato bíblico, mandato De Dios. Obediencia a Dios.

Leer las escrituras nos permite ser salvos, nos avisa de las cosas que están por venir, nos prepara y nos fortalece.

La palabra “escudriñad” tiene sus similares en las palabras: investigad, escrutad, examinad, averiguad, inquirid, indagad, buscad...

Todos ellas nos revelan la necesidad de dedicar tiempo, de esforzarse, de satisfacer una búsqueda.

Es una orden que nos levanta a una acción.
Jesús exhortó al estudio sincero de la palabra de Dios.

Juan el Bautista fue un testigo ocular. Él lo tocó y lo palpó al momento de bautizarlo. Fue él quien dijo que después de él venía uno a quien no era “digno de desatar los calzados de sus pies” (Jn. 1:27).

Él dio testimonio diciendo que el Mesías prometido “bautizaría con Espíritu Santo y fuego”.

El testimonio de Juan fue glorioso, especialmente para los incrédulos judíos que cegados por sus prejuicios negaban que Jesús fuera el Cristo.

Ju 1:33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Ese bautismo iba a ser la señal y el rasgo distintivo de los seguidores de Jesús.

Esa es la clave de todo cristiano, recibir al Espíritu Santo en nuestros corazones para ser nuevas criaturas.

Para poder escudriñar la Palabra de Dios es necesario que el Espíritu Santo more en nosotros, y seamos fieles y perseverantes, así mismo desear de corazón conocer al Señor Jesús cada día más, su carácter, su Palabra revelada que el Señor nos la revela en intimidad; cuando ahondamos en sus pozos de amor, y todo ello ocurre sólo siendo un estudioso ferviente de la Palabra, conocer y meditar en el conocimiento que Dios nos pone como un gran tesoro.

Ef 1:17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,

Rom 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

2 Timoteo 3:16: Todas las escrituras son inspiradas por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, y para instruir en justicia.

Escudriñar las escrituras nos enseña que la Palabra es una espada de dos filos, cuando viene el enemigo a intimidar, si estamos llenos de la Palabra sabremos pelear bien con su espada bien afilada y somos más que vencedores.

Escudriñar las escrituras nos trae limpieza a nuestras vidas.

Salmo 119: ¿Con que limpiara el joven su camino? Con guardar tu palabra.

¿Usted quiera aprender a ministrar? Escudriñe las escrituras.

Pues ahí aprenderá como Jesús y sus discípulos lo hicieron y es la misma línea que se sigue hasta hoy, ya que Él es nuestro ejemplo a seguir. Todas sus instrucciones las encontramos en su palabra.

¿Quiere fe? Llénese de la palabra.

¿Quiere sabiduría? La palabra nos la da. Porque son los pensamientos de Dios escritos por revelación en este hermoso libro, él es nuestro testamento; nos enseña a corregir a los hijos, en las relaciones con nuestro conyugue, nos enseña a orar correctamente, a dar testimonio con amor hacia los demás, porque sólo así formamos parte del ministerio de compasión.

También nos muestra a aplicar cada versículo según la necesidad.

Escudriñar las escrituras también tiene que ser una disciplina de nuestra parte para ir en la búsqueda de este libro con gozo diariamente.

No solo abramos la Biblia en la iglesia sino en nuestra intimidad; porque esto trae un resultado grande y maravilloso que es comunión con la voluntad Dios Padre, en intimidad con el Espíritu Santo.

El Señor nos revelará sus secretos en su dispensación, y no nos apartaremos ni a derecha ni a izquierda; pues en ella encontramos cada respuesta que buscamos.

Salmos 119:5: Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a camino.

Mateo 5:6: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.

Cuando tenemos la lámpara encendida que es su Palabra, las bienaventuranzas de Cristo están en nuestra boca fluyendo de nuestro corazón; podemos reclamar nuestras herencias, nuestras bendiciones y podemos dar buen testimonio a los demás compartiendo sus maravillas, viviendo en libertad y el gozo del nuevo vino.

Escudriñar nos transforma en otras personas; pues nuestro espíritu se une a su Espíritu, nos limpia, se derrama ese aceite a nuestras heridas, sanándonos y cambia la tristeza en gozo, aumenta nuestra fe, se vuelve refugio a nuestras pruebas y nos da fortaleza cuando estamos cansados.

Salmos 19:7: La Ley de Jehová es fiel, que hace al sabio al sencillo.

Salmos 19:8: Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón. El precepto de Jehová es puro que alumbra los ojos.


La Biblia es una mina insondable, no se puede alcanzar su fondo, del conocimiento De Dios, es un río de poder, es aceite restaurador, es sanidad a nuestros huesos.


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