Los cautivos volverán



Culto 6 de noviembre de 2016
Los cautivos volverán



 (Jer 30)

A menudo la oportunidad estratégica interviene en el cumplimiento de las promesas de Dios, "el cumplimiento del tiempo". Dios cumple su Palabra y sus promesas en relación a la plenitud de su propósito redentor. Jeremías profetizó que al terminar el cautiverio de "setenta años", entonces Dios obraría dentro de un remanente santo para que lo buscara en oración con todo corazón.

Cuando Dios desea hacer grandes cosas para su pueblo, Él impulsa a su pueblo a orar con fervor y el momento oportuno de la respuesta de Dios a sus oraciones está vinculado con los propósitos de Dios para todo el pueblo.

Dios considera ultrajante el proclamar un mensaje y al mismo tiempo cometer adulterio y actos inmorales. Sobre todo los ministros cristianos deben ser ejemplo de los creyentes. Deben ser perseverantes en piedad, fidelidad y pureza frente a la tentación, y lealtad y amor por Cristo y el evangelio.

Jeremías tenía buenas nuevas para los exiliados que estaban enfrentándose a un futuro aparentemente sin esperanza, que no se extinguirá el pueblo escogido por Dios, y que permanecería un remanente por medio del cual Dios ejecutaría su voluntad para el mundo.

Ese pueblo es el remanente de todas las familias de Israel que volverían del cautiverio. Recordemos que muchos fueron llevados por los asirios y otros por los babilonios. Dios los llevaría de regreso debido a su amor eterno por su pueblo y su compromiso por el pacto que hizo con Abraham. Israel tendría renovada alegría, paz, prosperidad y comunión en el Señor.

La persona a quien el pueblo seguirá es a Jesucristo el Mesías, descendiente de David, ese pueblo vivirá en paz y seguridad, y a la vez serán destruidas las naciones que se opongan a Dios y persigan a quienes le sirven.

Jesucristo es en definitiva el nuevo gobernante que guiará al pueblo hacia Dios. Tiene acceso personal con el Padre, así que tiene un ministerio sacerdotal, dará como resultado la restauración de la nación a la vitalidad espiritual y a la adoración que siempre Dios había propuesto.

Antes que suceda esto, la ira de Dios juzgará la impiedad de las naciones (Jer 30:23,24).

Os 3:5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

La palabra hebrea para la paz es shalom y denota mucho más que la ausencia de guerra y conflicto, su significado es armonía, integridad, firmeza, bienestar y éxito en todas las esferas de la vida. La paz de la estabilidad dentro de una nación, durante tiempos de prosperidad y sin guerra; la paz de integridad y armonía en las relaciones humanas, dentro del hogar, como también fuera del hogar; la paz de la sensación personal de integridad y bienestar, de ser libre de ansiedad y estar en paz con nuestra alma.

Ju 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 

Después de mucho tiempo sin rey ni príncipe y sin los sacrificios, Israel volverá a Dios y a su rey dadívico, el Mesías. Se humillarán, volverán con tristeza piadosa y reconocerán su necesidad del Salvador, Jesucristo.

2Co 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

Hay una genuina tristeza del pecado que lleva al arrepentimiento, a un cambio en el corazón que hace que la persona se vuelva del pecado y vaya a Dios. Este tipo de arrepentimiento conduce a la salvación.

El que no se arrepiente se entristece con frecuencia por consecuencia del pecado, esa tristeza lleva a la muerte y juicio eterno.


Mt 25:30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes

2 Tes 1:6 Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, -1:7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, -1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; -1:9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,

La demostración del justo juicio de Dios cae a los perseguidores que se oponen al pueblo de Dios, y por eso sufrirán la justicia y el castigo de Dios.

Dios considera a su pueblo fiel digno de su gracia y del reino por el cual sufren y el sufrimiento viene de toda adversidad, de toda oposición que se levanta contra la obra de Dios.

Ese alivio completo del pueblo de Dios será cuando Cristo sea glorificado en nosotros y nosotros en Él, es la plena victoria, cuando reine la justicia, sea vencido el pecado y sean vindicados los fieles a Cristo (Ap 6:9-11).

Vindicado.- Defender a quien se acusa injustamente, recuperar lo que le pertenece.

Cuando se abre el quinto sello, Juan contempla lo que sucede en el cielo, los muertos por causa de la Palabra de Dios, los martirizados por su fe en Cristo y en la verdad de su Palabra. Se les pide paciencia porque muchos todavía morirán por su fe. En el período de la tribulación será un tiempo terrible de persecución de los que aceptan el evangelio y se mantienen fieles a Dios y a su Palabra. En este tiempo se les dará a algunas personas oportunidad de salvarse, aquellas que nunca oyeron ni entendieron adecuadamente el evangelio. Pero a las que oyeron el evangelio antes del arrebatamiento de la iglesia e insisten en vivir en el pecado no se les dará oportunidad de salvación después que la iglesia sea quitada del mundo, Dios enviará sobre ellos un poderoso engaño, de manera que nunca puedan volver a creer.

Dios dirige a su pueblo a orar para que prevalezca la justicia, para que sea destruida la maldad y se establezcan en la tierra principios justos y para que sea exaltado Cristo sobre todos los que se oponen a Él. No se ora por venganza personal, sino por la justicia y por el sufrimiento de su pueblo.


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