Siguiendo las huellas de Cristo



Mat 3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. -3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? -3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. - 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.

El bautismo de Jesús es una manifestación extraordinaria de la Divina Trinidad. Las tres personas divinas existen en tal unidad que son un solo Dios.

Todo lo que hizo Jesús, su predicación, sanidades, sufrimiento, su victoria sobre el pecado, lo hizo mediante el poder del Espíritu Santo. Cristo mismo bautizaría después en el Espíritu Santo a sus seguidores para que también ellos tuvieran la capacitación del Espíritu, la salvación y regeneración personal. Hoy Jesucristo mismo es quien bautiza a sus creyentes en el Espíritu, y el propósito principal es el de recibir poder (fuerza o capacidad en acción) para testificar acerca de Cristo de manera que los perdidos lo acepten como su Salvador y aprendan a obedecer todo lo que Él mandó. Así Cristo podrá ser conocido, amado, adorado y hecho Señor del pueblo de Dios.

Mat 4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

En su rebelión el contrario arrastró con su caída gran multitud de ángeles menores que después de la caída se identifican como demonios o espíritus malos, éstos están activos bajo la voluntad de Dios que lo permite. El contrario no es omnipresente, omnipotente ni omnisciente, por ello la mayor parte de su actividad es delegada  a los demonios.

Jesús vino a la tierra a destruir las obras de la oscuridad, a establecer el reino de Dios y a librar a los seres humanos del dominio del contrario, Cristo inició la derrota y aseguró la victoria definitiva cuando será arrogado al lago de fuego.

Mat 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

El reino de los cielos tiene el poder de la gracia de Dios, y da testimonio para llevar a otros a Cristo. El poder del reino se asocia estrechamente con la sanidad, los milagros y liberación. El evangelio del reino incluye bendiciones para el cuerpo y el alma.

Marc 2:8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? -2:9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? -2:10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): -2:11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Dios invade las esferas del contrario y destruye su maldad. Jesús revela la voluntad de Dios en acción, probando que está en el corazón y el plan de Dios sanar a todos los enfermos y oprimidos por el diablo.

Marc 2:16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? -2:17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Jesús nos da la pauta para guiarnos a los creyentes en su relación con los incrédulos, no es para una estrecha amistad, sino a fin de dar testimonio, reconciliarlos en sabiduría y amor y mostrarles la luz y el camino de la salvación.

Sal 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Marcos 3: 1-5 –el hombre de la mano seca

De nuevo la oposición del mundo la maldad e injusticia ante las obras sobrenaturales de Cristo que por compasión daban testimonio de la grandeza de Dios. El enojo de Cristo por la dureza de sus corazones, el poder del amor de Cristo como luminaria de vida que por amor realzaba en acción toda la grandeza del reino de Dios, del árbol de la vida eterna y de la compasión por los enfermos. Las sinagogas jamás vivieron dichas grandezas sobrenaturales de Dios, porque estaban apagadas espiritualmente porque sus corazones eran piedras, y sus testimonios celos y chismes. No pudieron soportarlo y los fariseos tramaron conspiración junto a los herodianos para destruirlo.

Marc 5:36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.

Con estas palabras de aliento para nuestra fe, cuando nos encontramos en difícil situación tal vez al borde de perder esperanza. Debemos de poner toda la confianza en Dios aun cuando parezca que todo está perdido, clamamos a Él para que nos de la fe necesaria para liberarnos según su voluntad y propósito eterno.

Marc 6:34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.

La compasión es una emoción que conmueve lo más profundo del ser, implica un sentimiento de tristeza por el sufrimiento y la desdicha de los demás, y nos despierta un deseo de ayudar. Cristo espera que esa actitud nazca del corazón de sus seguidores. La compasión nos prepara para la vida eterna.



Entradas populares de este blog

Eliseo y la Sunamita ( siete estornudo, siete años)

LAS VESTIDURAS

El Espíritu Santo revela a Cristo