En compromiso en el reino de Dios

Mt 21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?  21:43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

"Sal 118:22 La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo. 118:23 De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos."

Israel rechaza al Mesías y su reino, Jehová da el reino de Dios y el poder de reino a otros, a los que responden al evangelio, sean o no judíos.

El reino de Dios implica compromiso, el Señor nos da talentos con el fin que sean producidos en nuevos frutos, fe en acción, el cielo sufre violencia y sólo los violentos lo arrebatan. Todo aquel que no produzca frutos será quitado del reino, como la higuera que quedo seca.

El reino y su poder será quitado a los que no permanezcan fieles a Cristo, a los que rechazan sus justos caminos, y se les dará a quienes se separan del mundo y ante todo buscan el reino de Dios y su justicia. 

Dios es Dios de amor y grande es su misericordia, pero la iglesia en amor debe permanecer firme en la piedra angular. El reino de Dios implica compromiso, sacrificio y justicia. La grandeza del reino es inconmensurable del cual Cristo es su luminaria que nos guía en amor, en sabiduría y con el poder de la gracia inmerecida. Debemos tener en cuenta la bondad y la severidad de Dios. Por tanto debemos humillarnos para que Cristo crezca en nuestro corazón. Sólo así podremos recibir el amor de Dios en gozo e inspiración en cada esfuerzo y edificación.

Ro 11:19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. -11:20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.  -11:21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. -11:22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

ensoberbezcas  - Causar soberbia en alguien / agitarse

Pablo relata en su epístola una conclusión sobre la posición de los gentiles en las bendiciones que Dios había determinado para las naciones por medio de la descendencia de Abraham.

Podría mirar con ironía a quienes no fueron capaces de mantenerse en el programa de Dios, y sentir el orgullo de considerarse superiores sólo por ocupar un lugar privilegiado, mientras algunos de entre los judíos, por rebeldía sufrían el juicio de Dios.

Las ramas fueron desgajadas para hacer sitio su propio injerto, por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie, no te ensoberbezcas, sino teme, porque no estás en la gracia por ti mismo sino por la fe.

Debemos de tener un espíritu de humildad en relación con el prójimo, y muy especialmente porque también estamos expuestos a una caída.

Debemos reflexionar sobre los fracasos ajenos, para que no caigamos en la misma situación. Es necesario mirar a los demás desde la ecuanimidad de juicio propio "así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1Co 10:12).

Pablo dirige una severa advertencia a todas las iglesias cristianas y denominaciones. 

Dios cortará a cualquier ministerio o iglesia si no se mantienen en la bondad, en la fe y las normas de justicia del nuevo pacto.

Dios no perdonó las ramas naturales, a quienes son el pueblo escogido por Él. No hizo excepción alguna con los que eran herederos de las promesas. Aunque en un futuro el Señor restaurará al pueblo de Israel.

Las iglesias cristianas debemos temer considerando “la bondad y la severidad de Dios” esforzándonos por permanecer en la fe de Cristo. 

No hay iglesia ni ministerio alguno que deba presumir de que nunca será juzgado por Dios, con Dios no hay favoritismos ni con iglesias, ni con personas.

Una nación cristiana es una nación que utiliza las leyes de Dios, pero sin transformación no tiene el poder para cambiar los corazones de hombres. Ésta es su calamidad. En cambio el reino de Dios, es la idea del nuevo pacto, el Renuevo transforma nuestros corazones con amor celestial, nuestras vidas y guía nuestras sendas hacia el Padre.

Dios nunca perdonará a las ramas naturales, como tampoco a las injertadas que sean culpables de incredulidad, soberbia o vana jactancia.  (Vanidad que muestra una persona que presume y alardea de sí misma).  

Mt 21:28 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. -21:29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. -21:30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. - 21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 21:32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.

El Señor te manda trabajar en su viña, la viña del Señor es fértil porque ríos de agua viva la bañan y las raíces de sus árboles se alimentan de las aguas del Padre, de las revelaciones de Dios, cavando en la viña del Señor edificaremos nuestra fe en esfuerzo, en la cruz de Cristo, en amor, verdad y justicia. El Señor revelará según su voluntad los más preciosos tesoros escondidos, a quienes son fieles y esforzados.
El mensaje de la parábola de los dos hijos, el Señor describe la doctrina de los fariseos que se declaran enemigos de Jesús.

El Señor nos enseña a oír y hacer. La palabra rema es “Hágase tu voluntad” y la moneda de oro del reino de Dios es el perdón. 

A quien siga la doctrina de los fariseos rechaza el reino de Dios, no acepta a Cristo en su vida, está ciego, se empecina a hacer su propia voluntad y boicotea la obra de Dios, no aceptan la autoridad de Dios, no tienen temor de Dios. 

Mr 1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, -1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Dan 2:44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,

El reino de Dios establecido por Jesucristo el Mesías, llenará toda la tierra y llegará al cielo nuevo y a la nueva tierra.

Ap 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 

El reino de Dios sí durará eternamente.

Los ciudadanos del reino, estamos destinados a llevar la imagen de Cristo, es la idea de los hijos manifestados de Dios. 

El proceso por el cual se logra esta manifestación es por fe en el verdadero cordero de Dios, Jesucristo, a través del sacrificio de la cruz, siendo transformados en el entrenamiento de ciudadanos a través del Espíritu Santo y la Palabra para llegar a ser gobernantes en el reino. 

Aceptamos a Cristo en fe, aprendemos a conocerlo y a amarlo en una transformación de obediencia durante la cual en oración y la Palabra la naturaleza humana debe aprender a estar sujeto a la voluntad de Dios. Aprendemos a oír la voz de Dios y ser llevado por el Espíritu Santo.

En lugar de tu voluntad, hágase la voluntad de Dios y su reino venga a nuestras vidas.

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