Dar testimonio a la verdad

Ju 18:33 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? -18:34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? -18:35 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?  -18:36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. -18:37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.  -18:38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.

Cuando Pilato le pregunta a Jesús, ¿Eres tú el Rey de los judíos? Él responde lo disciernes, lo sientes, o acaso te lo dijeron. Es diferente cuando el Espíritu revela, porque habla a tu corazón. En cambio cuando otros te lo dijeron tal vez es errado y lo coges como verdad y tal vez lo comunicas desde el púlpito, esto es error, es falta de madurez espiritual.

Dar testimonio a la verdad, era una parte esencial de la misión terrenal de Jesús, declarar la verdad e indicársela al pueblo, dando su testimonio encarnado del Padre y de la verdad revelada de su evangelio registrado en las Escrituras.

Cuando el ministerio de una iglesia yerra, al tolerar la falsa doctrina al negarse a establecer distinciones entre lo bueno y lo malo, entre la verdad y el error, rechaza el propósito de la venida de Cristo, actúan como el pueblo y los principales sacerdotes que lo entregaron a Pilato, pues este pueblo tenía una venda en los ojos espirituales, y hoy esta venda aún ciega a muchos ministerios.

En Cristo somos libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

El reino de Cristo, abarca su gobierno, señorío, poder y actividad espiritual en la vida de quienes lo reciben y obedecen su palabra de verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz. Si no caminamos en la verdad del evangelio no podremos oír a Cristo, ni sus revelaciones.

Mt 12:28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

El reino de Dios es una afirmación del poder divino en acción, Dios comienza su gobierno espiritual en la tierra en los corazones y entre su pueblo.

Ju 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. -14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

El reino de Dios se manifiesta con poder espiritual y la condición necesaria para entrar en el reino es “arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mr 1:15).

El irrumpir en el mundo con poder divino implica:

El poder espiritual sobre el dominio del contrario
La llegada del reino de Dios es el comienzo de la destrucción del ministerio de iniquidad y de la liberación de la humanidad del pecado.
Poder para hacer milagros y sanar enfermos en el nombre de Jesús de Nazaret. 
Una evidencia fundamental es que el reino de Dios es una vida de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Ro 14:17).
Es una realidad presente en el mundo actual, que en un futuro será completada en gloria.
La manifestación futura de la gloria, el poder y el reino de Dios ocurrirá cuando vuelva Jesucristo para juzgar al mundo.

Cristo revela más información sobre la naturaleza de las personas del reino de Dios, ello indica que sólo arrebatan el reino las personas esforzadas que se comprometen a romper con las prácticas del pecado y vuelven a Cristo, su Palabra y sus rectos caminos. 

Se requiere un esfuerzo intenso, una lucha de fe acompañada de la firme voluntad a resistir al contrario, al pecado y a la sociedad que se inclina a la maldad.

El reino de Dios no es para los que casi nunca oran, ni para los que se conforman al mundo, descuidan la Palabra y tienen poca hambre espiritual.

Y Pilato le preguntó a Jesús ¿Qué es la verdad? Y la verdad dio testimonio, “yo no hallo en él ningún delito”.

Jer 30:19 Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados. -30:20 Y serán sus hijos como antes, y su congregación delante de mí será confirmada; y castigaré a todos sus opresores.

Ap 22:14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida,y para entrar por las puertas en la ciudad.

Ap 22:2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.  

Ap 21:23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina,y el Cordero es su lumbrera.



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