luminares en el mundo



Oseas
14:4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. 
14:5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano. 
14:6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano. 
14:7 Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano. 
14:8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto. 
14:9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; más los rebeldes caerán en ellos.


Aunque el mal incremente y la sociedad pierda la piedad y el amor familiar, en medio de una sociedad enferma entreguemos a Cristo nuestros caminos, intercedamos en su nombre para la salvación de las almas, pongamos la fe en Dios y en sus promesas, porque Dios es fiel, y sostendrá nuestras oraciones y nos hará resplandecer como luminares en el mundo, en medio de una generación enferma, debemos ofrecer en el nombre de Cristo el don de salvación de Dios para todos los que estén dispuestos a escuchar, a ser transformados, orando en la esperanza que Dios pondrá todas la cosas en orden.

Dios cuida de sus hijos como Padre, porque grande es su amor y misericordia, si la rebeldía nos hace caer en tropiezo, Dios nos sana y restituye, Él quiere un pueblo fuerte, sano, apreciado y enraizado profundamente en su palabra, pues en éste versículo Dios muestra cuan valioso es para Él su pueblo restaurado, el amor cubre multitud de defectos.

La verdadera sabiduría es ser temeroso de Dios, incluye el entendimiento de Dios y de sus caminos, vivir de acuerdo con sus normas de justicia, ser inteligente es apartarse del mal, pues todo es lícito pero no todo me conviene y para ello debo poner disposición y dominio propio.

La Biblia es la sabiduría Dios, nunca es posesión de nadie, la palabra Dios debe de estar acompañada de la guía Santo Espíritu dando un mensaje con amor.

Jeremías 23

16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.

18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?

Los falsos profetas predican al pueblo de Dios esperanza y seguridad falsas. Dios califica de algo terrible el adulterio espiritual, se supone que sus guías espirituales fueran los justos representantes de Dios, transgredir su palabra y testimonio con inmoralidad, vanagloria, orgullo, insensatez, ironía, frivolidad, altanería, inmadurez, endurecimiento del corazón es toda una abominación delante de Dios, revela infidelidad y desprecio por Él y su sagrada palabra, permitiendo que las cosas se conviertan en el foco de los deseos, valores y la dependencia de una persona, desplazando la confianza y la fe en Dios mismo.


Constantemente se debe leer y estudiar la palabra de Cristo, meditar en ella y acompañarla de oración hasta que more con toda su riqueza en el corazón, exhortándonos unos a otros en toda sabiduría y amor. Cuando los creyentes podemos testificar eso, nuestros pensamientos, palabras, acciones y motivaciones están bajo la influencia y control de Cristo. 

Cristo es el pastor de su iglesia, y a Él debemos escuchar con el oído espiritual, nos llama y conocemos su voz y a Él debemos seguir, nos conducirá de forma legal y correcta, jamás nos hará cometer error, ni trampa, ni mentira, ni contienda, ni chisme, ni hacer cosas incorrectas, su amor es luz que purifica y sana. Estamos llamados a ser luminaria del mundo por su luz, no por la luz del hombre, y a este mandato somos llamados a ser luminares en el mundo en el nombre de Cristo.

Juan 10: 1-6.
1  De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.  2  Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.  3  A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4  Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.  5  Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. 

Es una afirmación categórica que hace Cristo Jesús aquí, diciendo esta es una verdad absoluta, es una confirmación,es una verdad que no está cuestionada, es una parábola que sus discípulos no lograron comprender, en la cual Cristo Jesús es el pastor y las ovejas representan a cada creyente, al pueblo santo de Dios, se establece la diferencia de que Cristo como pastor de las ovejas, entra de forma legal, correcta al redil, a nuestras vidas, nunca utilizará ningún instrumento inadecuado para que le abramos las puertas de nuestro corazón. Estamos llamados a dar éste testimonio, siguiendo la luz de Cristo.

A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca, es una relación estrecha e intima entre el pastor y la oveja, en nuestra oración diaria de corazón con Cristo cuando le planteamos todo anhelo de palabra de compasión para nuestras vidas, para interceder, para sanar, para crecer y madurar, para recibir don de ciencia, palabra de sabiduría, estrategia, paciencia, benignidad, humildad, perdón, fortaleza, dones, armadura de guerrero, bendiciones, es una relación intima que debemos tener cada creyente con Cristo nuestro pastor. A quien se le reconoce con autoridad a éste se le abre la puerta.  Nosotros no le abrimos la puerta de nuestra vida a cualquier persona, sin tener una referencia.

La autoridad de Dios es incuestionable porque es amor y sabiduría, no se impone sino que nuestros corazones la reconocen como alimento y sustento para nuestras vidas, a diferencia el autoritarismo del hombre carece de la sabiduría de Dios, en estas aptitudes sólo crece la levadura del afán de protagonismo y necedad, la consecuencia es la sequedad espiritual, la rigidez y la manipulación, fundamentar un ministerio sin la autoridad de Dios, sin la piedra angular en Cristo es camino al fracaso. La iglesia debe tener a Cristo como Pastor, como referencia, como modelo y forma de actuar para con los hermanos, la iglesia ha de fundamentar sus cimientos en la roca de Cristo, en la sabiduría de Dios y la guía del Espíritu Santo.

Cristo nos conoce hasta lo más profundo, nuestras debilidades, fortalezas, temores, sueños, fracasos, éxitos, Él siempre quiere lo mejor para nosotros. Cuando pasamos tiempo con el pastor aprendemos a reconocer su voz, porque ya Él conoce las nuestras. Es tan fundamental escuchar la voz de Dios en nuestras vidas, como pan de cada día.

Dios les bendiga

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