Orad sin cesar


1 Tesalonicenses

5:12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;
5:13 y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
5:14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
5:15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
5:16 Estad siempre gozosos.
5:17 Orad sin cesar.
5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
5:19 No apaguéis al Espíritu.
5:20 No menospreciéis las profecías.
5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
5:22 Absteneos de toda especie de mal.
5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
5:24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

El adquirir compromiso en Cristo, ser obrero suyo corresponde a un llamado de Él, ya Dios puso la disposición en nosotros para realizar su propósito. El reconocimiento importante es el que Dios ve en nuestros corazones, en la medida de nuestra diligencia, oración, discernir la palabra, ser cada día más sinceros con Él en nuestra intimidad, en el silencio, en nuestro testimonio, en nuestro anhelo, en mirar con ojos compasivos al mundo y comprender porque Jesús lloró a las puertas de Jerusalén y entregó su vida sólo por amor porque Él era el Mesías de Dios que no quiso aceptar el pueblo de Israel. El Espíritu Santo capacita y nos entrega dones para madurar y fortalecernos en su obra, con la espada de la Palabra, el yelmo de salvación, el escudo de la Fe, el calzado del evangelio de la paz y el cinto de justicia. A nosotros corresponde poner la disposición y Dios nos allana el camino y nos guía a través de Cristo Jesús.

Dios es quien nos ha poner en el ministerio, cuando es así recibimos también su autoridad, el respeto de los hermanos no ha de ser impositivo sino que viene dado por nuestro testimonio en amor, la unción de escuchar el Cordero de Dios cada día en Palabra y oración, para que nuestro corazón sea transformado cada día en nuestro caminar. 

Es un lindo propósito, lleno de sabiduría y crecimiento a través del Espíritu Santo, que nos da palabra rema llena de amor y sabiduría, sólo así podemos estimular a quienes sienten debilidad, poco ánimo, desfallezcan mirando sólo las cosas del mundo y busquen idolatría, Jesús pone palabra en nuestra boca para que podamos compartir su amor, su luz y así al abrir los ojos a las cosas del espíritu, tengamos aliento para mirar al Reino de Dios y sentir el gozo de su gracia que llena nuestros corazones como ríos de agua viva, Jesús es nuestra piedra angular que nos da la libertad en su amor.

La oración no significa formular letanías aprendidas, sino decir todo aquello que el Santo Espíritu hace fluir en nuestros corazones en todas las ocasiones durante todo el día, orar sin cesar es el mensaje de Pablo, orar permaneciendo en la presencia del Padre, pidiéndole constantemente gracia y bendición. Cristo sufre todavía en comunión con su pueblo que lleva el evangelio a los perdidos (Hch 9:4). La vida de Cristo en el creyente es la seguridad de la gloria futura y de la vida eterna.

Pablo compara el apagar al Espíritu con el desprecio y el rechazo de las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo tales como la profecía, el reprimir y rechazar el uso correcto y ordenado de la profecía u otros dones espirituales dará como resultado la pérdida de toda manifestación del Espíritu entre los creyentes.
  
1 Corintios

12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho
13:1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.

Juan

15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.

16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Hechos

1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Gálatas

5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Las profecías

Si la iglesia no ha establecido métodos apropiados y ordenados para juzgar las profecías, ha hecho caso omiso de las enseñanzas bíblicas.
El profetizar, hablar en lenguas o tener algún don sobrenatural no es garantía de que alguien sea verdadero creyente, pues el contrario puede falsificar dones espirituales.
Se debe examinar toda profecía según la norma de la verdad bíblica,

Deuteronomio

13:1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,
13:2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
13:3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

Los creyentes debemos esperar que se cumpla, y estar preparados en el caso de que no se cumpla. El mensaje que contiene está siempre sujeto a la confusión y al error humano.

Si la profecía es una exhortación, la congregación necesita preguntarse qué debemos hacer para obedecer la voluntad de Dios. Debe juzgarse todo mensaje a la luz de la Palabra de Dios escrita.


Los escritores de la biblia recibieron sus mensajes por inspiración directa del Espíritu Santo y lo comunicaron sin error alguno.

Cristo viene pronto.

Dios les guarde y bendiga

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