La intercesión de Cristo



Ezequiel

33:13 Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. 

A los justos que se apartan de Dios serán responsables de sus pecados y morirán en ellos si no se arrepienten. 

Sencillez, humildad, sabiduría y sensatez. 

Es de gran importancia entender la intersección de Cristo por nosotros, Él vive para orar por los creyentes, sin su ayuda seríamos esclavos del pecado.

La oración santa, fiel perseverante mediante la cual suplicamos a Dios por otra persona o personas que necesitan la intervención de Dios. La oración de Daniel en (Dn 9:3) es una oración intercesora, cuando ora fervientemente por la restauración de Jerusalén y por toda la nación. 

Numerosos hombres y mujeres se registra en la biblia fueron que intercesores en Cristo y el Espíritu Santo, tanto en el antiguo como el nuevo pacto. Abraham, David, Job, Moisés, Elías, Daniel, Nehemias, Ester.....

Jesús oró por multitudes a las que Él vino a buscar y salvar (Lc 19:10), lloró acongojado sobre la ciudad de Jerusalén (Lc 19:41).Esperaban un Mesías político y finalmente rechazarían al Mesías de Dios, Jesús llora compasivamente con un lamento en el corazón quebrantado por la perdición del hombre.

Oró por sus discípulos, tanto por cada uno en particular (Lc 22:32) como grupo (Jn 17:6-26). Dios permite que el contrario tiente a sus hijos sólo dentro de ciertos límites y según Él autoriza. Cristo pide que la Fe de su pueblo no falle, Él ora por cada uno de los que se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder en ellos (Heb 7:25). Dios es fiel en toda tentación, nos da una salida  (1Co 10:13). 

Si una persona rechaza la gracia de Dios, la intercesión de Cristo no tiene efecto alguno. 

La gracia es la presencia y el amor de Dios por medio de Jesucristo, que recibimos los creyentes por medio del Espíritu Santo, quien imparte misericordia, perdón y el deseo y el poder de hacer la voluntad de Dios.

Oró por sus enemigos mientras estaba colgado en la cruz (Lc 23:34). 

El actual ministerio de Cristo es interceder por los creyentes delante del trono de Dios (Ro 8:34; Heb 7:25) Juan llama a Jesucristo el abogado de los creyentes con el Padre, la intercesión de Cristo es esencial para la salvación, sin su gracia, misericordia y ayuda mediante su intercesión, nos apartaríamos de Dios y seríamos esclavos del pecado.

Pablo declara, qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Ro 8:26) conforme a la voluntad de Dios (Ro 8:27). Así Cristo intercede en el cielo por los creyentes, el Espíritu intercede dentro de nosotros en la tierra.

Son muchas las oraciones intercesoras en las Escrituras, santos devotos suplicaron a Dios que desviara su juicio, restaurara a su pueblo, librara del peligro, bendijera a su pueblo. Los intercesores debemos orar para que venga el poder del Espíritu Santo (Hch 8:15), para sanidad (Hch 28:8), por el perdón de los pecados (Hch 7:70) por la capacitación de las personas de autoridad para que gobiernen bien (1Cr 29:19) por el crecimiento cristiano (Fi 1:9-11), por los pastores (2Ti 1:3-7), por la obra misionera eficaz (Ef 6:19-20), por la salvación de las almas (Ro 10:1) para que las personas alaben a Dios (Sal 67:3-5). El punto central de la oración intercesora ha de ser siempre la voluntad de Dios.

Un intercesor:

Debe orar largos períodos de tiempo, disfrutando de la oración. La oración no puede convertirse en letanía, en repetición, empujar con la carne, el anhelo y el gozo sólo se manifiesta cuando recibimos la inspiración y guía del Espíritu Santo de Dios, sólo así podremos recibir el don de discernimiento. Los intercesores se identifican con las cargas y el dolor de las personas con un corazón compasivo. Obtienen respuesta a sus oraciones, recibe el don de compasión y amor. Pueden percibir físicamente advertencia de un peligro y son muy sensibles al mundo espiritual. Tiene pasión profunda por la oración intercesora. 

Tienen una vida de integridad en sus sentimientos, en su corazón. Tienen un corazón moldeable. Han tenido la revelación de la cruz y conocen el poder de la Sangre de Jesús. Conocen el poder de las palabras y por esto cuidan lo que hablan. Tienen una vida de testimonio.

Cuidados que ha de tener un intercesor:

Creer que sólo él oye a Dios, y que su palabra es la ultima autoridad. Falta de humildad. Creerse superior a otros espiritualmente porque ora más tiempo. La tendencia a percibir, ver y sentir más lo malo que lo bueno. Querer manipular con sus oraciones a los demás, a líderes. Hacer oraciones de juicio sobre las personas. Estar contaminados, hallar mentira en su boca. Estas personas necesitan sanidad y liberación. Si no se escucha la voz del Cordero, no podrá seguirlo por dondequiera que va.

Apocalipsis

14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
14:2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 
14:3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 
14:4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 
14:5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Dios les bendiga

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