JESÚS RESTAURA A PEDRO Y SU MINISTERIO


AMANDO, PERDONANDO, DISCIPLINANDO

Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.

Sanidad del alma:

Juan 21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.21:16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.21:17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. 21:18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.

Reflexión: Jesús no necesitaba escuchar a Pedro decir que le amaba, quien necesitaba escucharse era el mismo Pedro, había en él un sentimiento de culpabilidad que de no ser sanado, no hubiera realizado su ministerio.

Cordero: Hijo de la oveja, que no pasa de un año.
Pastorear: Esta persona se encarga de cuidar y de guiar a las ovejas cuando éstos se encuentran en una superficie abierta, afuera de establos o de estructuras similares.
Apacentar: Conducir el ganado a terrenos con pasto y cuidarlo mientras pace, Instruir, enseñar, dar pasto espiritual.

Tres pasos para pastorear:

Conocer las ovejas, amar las ovejas, disciplinar ovejas

Si usted disciplina una oveja sin amarla, puede ser que mande una oveja con una herida mas profunda de la que tenia.

Filipenses 3:18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;

La cruz de cristo es: Amor, perdón, sanidad, bendición, salvación (vida eterna)

En esa cruz fue que fuimos sanadados, pedonados, liberados, ya no necesitamos que nuestro señor vaya de nuevo a la cruz, su sacrificio fue solo una vez y para siempre.

Filipenses 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)

Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Si quiero perdonar a mi enemigo, puedo perdonarlo a través de la oración continua, interceder continuamente a favor del él.

Reflexión final: Si no somos capaces de obedecer y humillarnos hasta morir al viejo hombre, tampoco Dios confiará en nosotros depositando su poder en un alma que no ha sido restaurada en perdón y amor. Si queremos ser usado por Dios tenemos que someternos a Él, obedecer y dejar que el mismo Jesús nos restaure, nos limpie de toda amargura del pasado, así y solo así podremos apacentar las ovejas del prado del señor, primero somos restaurados nosotros para poder ayudar a otros.


Entradas populares de este blog

Eliseo y la Sunamita ( siete estornudo, siete años)

LAS VESTIDURAS

El Espíritu Santo revela a Cristo