El temor de Dios



Proverbios

2:1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, 
Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 
2:2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; 
Si inclinares tu corazón a la prudencia, 
2:3 Si clamares a la inteligencia, 
Y a la prudencia dieres tu voz; 
2:4 Si como a la plata la buscares, 
Y la escudriñares como a tesoros, 
2:5 Entonces entenderás el temor de Jehová, 
Y hallarás el conocimiento de Dios. 
2:6 Porque Jehová da la sabiduría, 
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. 
2:7 El provee de sana sabiduría a los rectos; 
Es escudo a los que caminan rectamente

El temor de Dios es un reconocimiento a su santidad, justicia y rectitud como contra parte de su amor y misericordia. El temor de Dios es el reconocimiento que Él es santo y su naturaleza hace que juzgue el pecado.

Temer a Dios es respetarlo con santo temor, sólo cuando de veras lo tememos somos librados de toda esclavitud (temores de la oscuridad) somos fortalecidos y hace que pongamos nuestra confianza sólo en Él para la salvación.

Cuando comprendemos su santidad, es decir la separación del pecado y su constante oposición a él, la reacción normal del espíritu humano es temerle.

Salmos

33:8 Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
33:9 Porque él dijo, y fue hecho;
El mandó, y existió.

Dios es soberano.


Cuando en el monte Sinaí todo el pueblo israelita vieron a Dios manifestarse mediante “truenos, relámpagos y una espesa nube” y “fuerte sonido de bocina” todo el pueblo se estremeció de miedo (Ex 19:16)

Éxodo

19:16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

Moisés vio la gloria de Dios, Shekinah de Dios, en una columna de nube y fuego, ella cubrió el Sinaí cuando Dios dio su ley.

Es una verdad santa de que Dios está constantemente observando y evaluando las acciones de los seres humanos, tanto las buenas como las malas, y que les considerará responsables de dichas acciones tanto ahora como en el juicio final.

Malaquías

3:5 Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

Si de veras se teme a Dios, se llevará una vida de obediencia a sus mandamientos y se le dirá un resonante NO al pecado.

Proverbios

16:6 Con misericordia y verdad se corrige el pecado,
Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

El esplendor y la majestad de Dios no es ahora visiblemente evidente y a menudo pasa inadvertido. Los cielos declaran la gloria de Dios y toda la tierra está llena de su gloria, los creyentes experimentamos la gloria y la presencia de Dios en su proximidad, su amor y su justicia mediante el poder del Espíritu Santo. 

Aunque a veces la idolatría se inmiscuye en la gloria de Dios y produce deshonra al nombre de Dios. Todo ministerio de Cristo en la tierra dio gloria al nombre de Dios (Jn 14:13; 17:1,4-5).

Dios tiene el poder de castigar a quienes transgreden sus santas leyes tanto en el tiempo como en la eternidad. Reconocemos su gran poder sobre los elementos de la creación y sobre los seres humanos.

Eclesiastés

12:13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
12:14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

Todos los seres humanos somos responsables ante Dios, Él evaluará tanto a creyentes así como a incrédulos y juzgará todas sus obras, sean buenas o malas (Ro 14:10,12; 2Co 5:10, Ap 20:12-13).

Como hay un efecto santificador en la verdad de la Palabra de Dios, así hay un efecto santificador en el temor de Dios, hace que los creyentes seamos cuidadosos y moderados en las palabras, el temor de Dios es limpio y purificador (Sal 19:9).

Dios les bendiga



Entradas populares de este blog

Eliseo y la Sunamita ( siete estornudo, siete años)

LAS VESTIDURAS

El Espíritu Santo revela a Cristo