Agradar sólo a Dios


1 Co 4:3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo.

No se puede ser verdadero ministro del evangelio y tratar de agradar a los demás acomodando las verdades del evangelio, tenemos la obligación de hablar sin tratar de agradar a los hombres sólo a Dios, que prueba nuestros corazones, aun cuando esto signifique desagradar a algunas personas.

Si la adoración a Dios es una simple expresión de labios sin corazón, Dios no la acepta.

Mateo
15:7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 
15:8   Este pueblo de labios me honra; 
Mas su corazón está lejos de mí. 
15:9  Pues en vano me honran,

Es importante la actitud y la fidelidad a la redención por la sangre de Jesucristo y al evangelio tal como lo presentaron Cristo y redactores del NT.

Anatema es caer bajo maldición de Dios.
Consideren advertencias contra los falsos maestros, los cuales pongan en duda o nieguen lo siguiente:

Dios nos manda a los creyentes defender la fe (Judas 3), la corrección en amor siempre, el apartarse de quienes nieguen las verdades fundamentales de la biblia enseñadas por Cristo y apóstoles (Ro 16:17-18), cómo la deidad de Cristo, su nacimiento virginal, su concepción fue sobrenatural (Mt 1:23), la plena inspiración y autoridad de la Palabra de Dios en todo lo que enseña (2Ti 3:16-17), la realidad histórica de la caída de Adán (Ro 5:12-19), la corrupción inherente de la naturaleza humana (Gn 6:5; 8:21; Ro 1:21-32), la condición perdida de la humanidad sin Cristo (Hch 4:12), la salvación por gracia, mediante la fe en Cristo como Señor y Salvador efectuada por su muerte expiatoria (Ro 3:24-25), la resurrección corporal de Cristo (Mt 28:6), la realidad de los milagros (1 Co 10:1), la realidad de que satanás y demonios son seres espirituales (Mt 4:11; 8:28; 2 Co 4:4), la enseñanza bíblica acerca del infierno(Mt 10:28), el retorno de Cristo a la tierra (Jn 14:3).

Jeremías,

17:7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
17:8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.


Dios les bendiga

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