El Señor es el defensor de los pobres y necesitados



Las escrituras no dan otra alternativa que ser sensibles con respecto a las necesidades materiales del prójimo, sobre todo los hermanos en Cristo.

Mateo
25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Jesús ordenó en más de una ocasión a sus seguidores que cuidarán de los pobres, les ayudaran y les dieran dinero (Mt 19:21). Una de sus normas de juicio para entrar en el reino eterno es si has sido bondadoso con los hermanos hambrientos, sedientos y desnudos (Mt 25:31-46).

En este mundo donde hay ricos y pobres, los que tienen riqueza se aprovechan de los que tienen poco, a menudo ganado más a costa de los pobres explotados (Sal 10:2,9-10, Is 3:14-15, Jer 2:34)

En el antiguo testamento Dios procuraba proteger a los pobres para que no fueran explotados por los que tenían recursos materiales y para asegurar justicia para ellos (Dt 24:14).

Deuteronomio
24:14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.

Pero desafortunadamente los israelitas no siempre guardaban esas leyes de Dios, en vez de eso, muchos ricos se aprovechaban de los pobres y aumentaban su miseria. Por tales acciones el Señor por medio de profetas pronunció severas palabras de juicio sobre los ricos.

Isaías
1:21 ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.
1:22 Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua.
1:23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Jeremías
17:11 Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato.

Zacarías
7:10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
7:11 Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;
7:12 y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.

Dios quiere que quienes tienen abundancia compartan con los que tienen necesidades, de modo que no haya carencia ni desigualdades entre el pueblo de Dios.

2 Corintios
8:12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.
8:13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,
8:14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad,

Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe (Ga 6:10).

El Señor es el defensor de los pobres y necesitados, Él se revela como su refugio (Sal 14:6) su ayudador (Is 41:14) su libertador (Sal 12:5)  y su proveedor (Sal 10:14).

Lucas
18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

La verdadera riqueza del creyente es la fe y el amor, los verdaderos ricos son los que están libres de las cosas del mundo porque confían en Dios, la acumulación egoísta de las posesiones materiales es señal que no se considera la vida desde el punto de vista de la eternidad. Los avaros y egoístas ya no tienen como meta hallar satisfacción en Dios, sino más bien en sí mismos y en sus posesiones, la ambición de riquezas trae consigo la semilla de separación total de Dios (1Ti 6:10).

Dios les bendiga

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