Liderazgo


El primer día de la semana es de especial importancia debido a la resurrección de Cristo, pues nuestro corazón es el que palpita la vida y si es de Cristo así será nuestro caminar y testimonio, según nos escogió antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos.

El liderazgo de una iglesia ha de estar basado siempre en el amor de Cristo, en el respeto a la autoridad dada por Dios y en la recepción de su manantial de sabiduría y dones para la edificación de las iglesias. Para ello tenemos que estar firmes en que el evangelio de la paz es la sabiduría de Dios dada a todos los hombres de buena voluntad, con libertad y respeto para liberar los corazones de la esclavitud. 

El líder ha de guiar con amor, equidad, respeto, sabiduría, permitiendo el fluir del Espíritu Santo a través de cualquier miembro de la iglesia y para ello deben tener la oportunidad adecuada, siempre para la edificación de la iglesia. 

Dios es soberano y por tanto, el Espíritu Santo puede ministrar a cualquier siervo o sierva con la unción y poder del Reino de Dios, la madurez espiritual, ojos espirituales y discernimiento, no son gratuitos por ello hay que pagar un precio en sacrificio, oración, ayuno, adoración en espíritu y verdad, saber escuchar y estar atentos a la revelación que Dios puede dar a cualquier miembro de la iglesia, teniendo plena seguridad en el corazón de la verdad y poder del mensaje de Dios, con fe, tenacidad y humildad.

Los estratos establecidos sólo por el hombre no son los correctos, éstos ya fueron puestos en evidencia en la torre de Babel, en la que se utilizó para su construcción la brea en lugar de arena y cal, el hombre estableció un intermediario y sólo buscó el poder, la brea simboliza la muerte no en vano la zona donde se encontraba era en el mar muerto, en lugar de buscar la relación íntima y personal con Dios.

El liderazgo lo pone Dios y se acepta con humildad y firmeza pues la sabiduría de la Palabra no es de hombre, ni la iglesia, todo ello pertenece a Cristo que con amor y diligencia exhorta a la iglesia a edificarse en comunión con Él, en constante movimiento buscando su rostro y escuchando lo que Cristo manda a las iglesias para que permanezcan fieles al evangelio de la paz.

El que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará la iglesia de Dios?

Porque el evangelio de Dios se revela por fe y para fe, creer la Palabra de Dios y llevarla a práctica con testimonio es el ejemplo de santidad y justicia, así sigamos lo que hace a la paz y a la edificación de los unos a los otros, porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios y es acepto a los hombres.


Dios les bendiga




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