Ministerio en santidad




Aunque los seres humanos fallamos y caemos en el pecado, Dios mismo seguirá siendo justo y nunca hará iniquidad. El Señor es veraz, recto y justo en sus caminos. Los creyentes debemos conservar la fe en su justicia que nunca falla, nunca cesará el amor y la fidelidad de Dios por nosotros. Cada día Él obrará en nuestras vidas lo que es justo, Él no puede fallar.

En la iglesia un ministro ha de seguir las normas santas de Dios, tener talento no significa poder ministrar sino está en santidad con Dios, y nunca deben rebajarse esas normas para adaptar los pecados de algunos líderes. El urgente deseo dado por Dios es mantener la pureza de la iglesia y su separación del pecado y del mundo, y así garantizar la vida, la bendición y la presencia continua de Dios en la iglesia.

Los profetas eran creyentes que hablaban bajo el impulso directo del Espíritu Santo en el nombre de Dios, y cuyo principal interés era la vida y la pureza espirituales de la iglesia. 

Debido a su mensaje de justicia, los profetas y su ministerio pueden esperar rechazo de muchas personas de la iglesia durante los tiempos de tibieza y apostasía. Pero el carácter, la obligación, el deseo y la capacidad del profeta comprende, el celo por la pureza de la iglesia, profunda sensibilidad ante el mal y capacidad para identificar, definir y aborrecer la injusticia, la aguda comprensión de las falsas enseñanzas, la inminente dependencia de la Palabra de Dios para confirmar el mensaje profético, el interés por el éxito espiritual del reino de Dios y la participación de los sentimientos de Dios. 

El ministerio profético aún es esencial en la realización del plan de Dios para las iglesias. La iglesia que rechaza a los profetas será una iglesia decadente que va a la deriva hacia lo carnal y el acomodo de las verdades bíblicas.

Sofonías
3:4 Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley. 
3:5 Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.

Mateo
11:49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,

Juan
17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 
17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 
17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 
17:18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 
17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

Gálatas
5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 
5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 
5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 
5:26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

Dios los bendiga

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