No os conforméis a este siglo, sino transformaos

Los creyentes debemos tener un gran deseo de agradar a Dios con amor, devoción, adoración y santidad, ofreciendo el cuerpo a su servicio.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos.  Pablo comunica que el sistema de éste mundo está bajo el dominio de satanás (Jn 12:31, 1Jn 5:19), oponerse a las populares  formas del espíritu de este mundo, y proclamar en el nombre de Cristo las verdades eternas  y las normas justas de la Palabra de Dios (1 Co 1:17-24), despreciar lo malo y amar lo justo (1 Jn 2:15-17) no contaminarse con tipos de mundanalidad que constantemente rodean a la iglesia (avaricia, egoísmo, conveniencia, maniobras de poder, manipulaciones, envidia, odio, venganza, inmoralidad, teorías del mundo, llevando el mundo secular a la iglesia convirtiendo su doctrina en fábula haciendo que la fe poco a poco se seque).

Debemos de tener la mente en Cristo (1 Co 2:16) mediante la lectura de la Palabra de Dios y meditar en ella, sometiendo los planes y metas a criterios celestiales y eternos, y no a los de este mundo transitorio.

Salmo

119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
119:10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
119:11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
119:12 Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos

Romanos

12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 
12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 
12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 


Dios les bendiga

Entradas populares de este blog

Eliseo y la Sunamita ( siete estornudo, siete años)

LAS VESTIDURAS

El Espíritu Santo revela a Cristo