OÍR LA VOZ DE DIOS
El sentido del oído nos
sirve para comunicarnos con el mundo exterior, pero además es el equilibrio del
cuerpo. En lo físico el oído se compone de oído externo, oído medio y oído
interno.
Génesis 3:8 Y oyeron
la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre
y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto.
Dios hizo al hombre
con la capacidad de comunicarse con Él, lo creó como hijo, pero el pecado no
sólo nos mató espiritualmente, sino también nos quitó el oído espiritual.
Génesis 3:9 Mas
Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? -10 Y él respondió: Oí
tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Luego de la caída
Dios le pregunta a Adán: ¿Dónde estás tú? Ahora la voz de Dios a Adán le
causaba temor. Antes escuchaba la voz de su Padre y la obedecía como un hijo
que era, pero ahora la escuchaba y le tenía miedo, le atribuía despropósito y
se escondía.
Jesús y la importancia de tener oídos espirituales
Marcos 3:24 Si alguno
tiene oídos para oír, oiga.
Se refería a oídos
espirituales. No es escuchar, sino lo que esa palabra hace dentro de ti.
Mencionamos que
nuestro oído en lo físico está dividido en tres partes, oído externo, medio e
interno, pero hay algo más, oído espiritual. Los puedes tener, pero no
sintonizados con Dios.
Esta falta de
descernimiento espiritual hace al hombre innoble.
La ceguera espiritual
mantiene a la persona contenta con el mundo, no permitiéndole ver cuán poca
cosa es; por esa razón se esfuerza y peca, y sacrifica el cielo.
Mat 15:14 Dejadlos;
son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el
hoyo.
Podemos guiar a
ciegos, pero no podemos hacer que vean, esta obra sólo pertenece a Dios. La
curación es sólo del Señor.
Juan 9:32 Desde el
principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació
ciego. -33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.
Marcos 4:24 “Les dijo
también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido,
y aun se os añadirá a vosotros los que oís. 25 porque al que tiene, se le dará;
y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”
Gén 32:28 Y el varón
le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con
Dios y con los hombres, y has vencido.
Después que Jacob
(suplantador) había prevalecido con Dios no tenía razón alguna para temer a
Esaú, porque Dios le llamó Israel, el que lucha con Dios.
El pecado es fuerte,
pero el poder de Dios siempre es infinitamente más fuerte. Por Su poder las
barreras y los muros caen, y lo que es imposible se vuelve posible.
Allí donde antes
caímos en el pecado una y otra vez, ahora en el poder del Dios eterno podemos
permanecer firmes.
¿La pregunta hoy es,
temes a Esaú?
1 Samuel 2:12 Los
hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.
El sumo sacerdote Elí
era de una edad avanzada cuando el futuro profeta Samuel fue a vivir y a servir
con él en el templo. Y aunque se suponía que sus hijos iban a tomar el
sacerdocio cuando él muriera, sus hijos no tenían ningún interés en servir a
Dios. Menospreciaban las leyes y los rituales judíos y Elí no tenía la fuerza
ni la voluntad de castigarlos por su maldad. (1 Samuel 2: 12-17).
Como resultado de
esto, Dios no pudo comunicarse con el
corazón de Elí de la misma manera que lo hizo con los otros profetas, como lo
hizo con Moisés.
Dios estaba muy
atento cuando el pequeño Samuel llegó al templo. La madre de Samuel había hecho
una promesa de llevarlo al templo para que pudiera servir a Dios desde su
niñez. Dios recordaba esto, esperando el momento correcto para hablar con
Samuel, de una manera en la que no pudo con Elí y sus hijos.
Dios
encontró un corazón puro en el profeta Samuel.
1 Sam 3:1 El joven
Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová
escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
Dios le había
advertido a Elí que su casa sería derribada, diciendo:
1 Sam 2:35 Y yo me
suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo
le edificaré casa firme, y andará delante de mí ungido todos los días.
Dios estaba buscando
a alguien con un corazón puro, y lo encontró en Samuel.
Cuando Samuel escuchó
la voz de Dios por la noche creyó que era Elí, él estaba acostumbrado a
obedecer, por eso se levantó inmediatamente las tres veces que fue llamado.
Luego de la tercera vez Elí entendió que Dios estaba llamando a Samuel,
1 Sam 3:9 Y dijo Elí
a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu
siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
Lo importante que es
estar atento a lo que Dios quiere comunicarte a través del Espíritu Santo.
Si tenemos la Palabra
de Dios, y la obedecemos, siendo fieles podemos aprender a escuchar la voz de
Dios en el corazón cada vez más.
Juan 14:21 El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,
será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Dios puede crear algo
completamente nuevo en nosotros, si dejamos que Él tenga todo el poder en
nosotros y si renunciamos a nuestra propia voluntad.
De esta manera, nos
encontramos en una posición correcta para ser transformados.
Cuando Dios recibe
acceso a nuestras vidas, podemos ser verdaderamente nuevas personas que ya no
estamos bajo el poder del pecado.
·
2
Cor 12:10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte.
· Por
esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse. Santiago 1:19
·
Y
él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
Lucas 11:28
·
Pero
sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos. Santiago 1:22
·
Clama
a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces. Jeremías 33:3
·
Y
esta es la confianza que tenemos en él, que, si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5:14
·
Entonces
me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré. Jeremías 29:12
·
El
entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es
bienaventurado. Proverbios 16:20
·
Amo
a Jehová, pues ha oído
Mi
voz y mis súplicas;
Porque
ha inclinado a mí su oído;
Por
tanto, le invocaré en todos mis días.
Salmos
116:1-2
·
Cualquiera,
pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente,
que edificó su casa sobre la roca. Mateo 7:24
· Lo
que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios
de paz estará con vosotros. Filipenses 4:9
·
Y
si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos
las peticiones que le hayamos hecho. 1 Juan 5:15
La Biblia misma
declara, En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios, y el Verbo era con
Dios (Juan 1:1)
En otro lugar leemos:
Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia. (2 Timoteo 3:16)
La evidencia de la
historia, la arqueología, profecías cumplidas y testimonios personales a través
de miles de años es abundante, demuestran que la Biblia es la Palabra de Dios,
inspirada por Dios a través de los autores escogidos y preservados de error.
¿Queremos escuchar la
voz de Dios? Accedamos a los tesoros de la Biblia, a una lectura diaria en
perseverancia. Escudriña las Escrituras, las buenas noticias del Reino.
Escuchando la Voz de
Dios a través de la Oración
Dios desea
escucharnos hablarle, y es en esos momentos que nos preparamos para oír la voz
de Dios. La oración es como decir, Hola Señor, soy yo. Yo creo que Tú me has
creado y que Tú sabes más acerca de cómo yo debería llevar mi vida que yo mismo.
Me gustaría conocerte mejor. Esto es lo que pasa en mi vida, y me gustaría saber
Tu voluntad de cómo manejarla.
Algunos reciben voz
audible de Dios, pero generalmente este no es el caso. Puede que no oigamos la voz de Dios, pero Él nos habla de muchas
maneras.
Dios habla a través
de Su Palabra
Dios habla a través
de nuestros pensamientos
Dios habla a través
de conversaciones con otros
Dios habla a través
de circunstancias
Escuchando la Voz de
Dios a Través de Jesús
Debemos estudiar y
conocer las enseñanzas de Jesús.
Ju 1:1 En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Tener también una relación personal con Jesús.
Cuando tratamos de tener una conversación profunda con alguien que
no conocemos, generalmente no llegamos muy lejos.
Ju 14:26 Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Escuchando la Voz de
Dios con la Ayuda del Espíritu Santo
Así que tenemos la
Biblia, la oración, Jesús, al Espíritu Santo y a nuestros propios corazones
para ayudarnos a escuchar la voz de Dios.
He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis
3:20) Dios nunca te obligará
a obedecerle, pero espera de nosotros una respuesta de buena voluntad a Su
llamado.
No permitas que tu
respuesta final sea la equivocada