LA REGENERACIÓN DE LOS DISCIPULOS
La promesa del
Espíritu Santo
Hch 1:1 En el
primer tratado, oh Teófilo,hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a
hacer y a enseñar, -1:2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de
haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había
escogido; -1:3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo
con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y
hablándoles acerca del reino de Dios. -1:4 Y estando juntos, les mandó que no
se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les
dijo, oísteis de mí. -1:5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Los apóstoles
fueron testigos del Maestro, vivieron de primera mano los grandes prodigios y
milagros, momentos escritos y otros que no están reflejados en los evangelios,
recibieron su Palabra de reconciliación, su sabiduría, su amor y misericordia
no obteniéndola de hombre (Gálatas 1:11-12).
Eran ministros
del Nuevo Pacto, fueron capacitados por Dios que es quien da vida, y los hizo
competentes, suplió todo lo necesario para que ellos fueran ministros de la
Palabra (2 Corintios 4:3-6).
Edificaron y
establecieron la Iglesia de Cristo, sobre la roca del Hijo de Dios.
En este momento
los seguidores de Jesucristo son comisionados por Él para predicar las buenas
nuevas del Reino de Dios, el evangelio de Cristo, con el mismo poder del
Espíritu de Dios, obrando en milagros y llevando la misma vida de Jesucristo.
El Espíritu Santo reproducía la vida y el ministerio de Jesucristo por medio de
su iglesia, la iglesia de “Hechos del Espíritu Santo”.
Se proclama que
todas las escrituras incluso las narraciones históricas en Hechos tienen
importancia didáctica en la enseñanza y teológica.
La declaración
bíblica de que toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia (2 Ti 3:16).
La declaración
de Pablo de que las narraciones históricas del AT tienen entre sus propósitos
enseñar e instruir (1Co 10:11).
Hch 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. -1:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
El dia de la
resurrección de Jesús, fue la primera presencia regeneradora del Espíritu Santo
y la nueva vida de Cristo resucitado.
Ju 14:17 el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros.
Ju 20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. -20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. -20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
El verbo de vida
sopló sobre sus discípulos.
En este relato
de Juan indica que Jesús “sopló” el aliento de vida, estaba dando el Espíritu a
fin de producir vida y una nueva creación. Así como Dios sopló en el hombre
físico el aliento de vida siendo nueva creación, Jesús sopló a los discípulos
con el Espíritu de Dios y llegaron a ser una nueva creación. Mediante su
resurrección Jesús es “Espíritu vivificante”.
Recibid el
Espíritu Santo, ese momento el Espíritu Santo entró en los discípulos y comenzó
a vivir en ellos, para regenerarlos y hacerlos nuevas criaturas en Cristo.
Porque la
creación (toda la creación, no solo las personas) fue sometida a vanidad, no de
su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, pues sólo Dios es
quien puede sujetar a la creación de la vanidad y en la esperanza, en la
esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la
corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.
Pues sabemos que
la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora (aquí está
la imagen del nuevo nacimiento, tal como dijo Jesús). Y no sólo ella, sino que
también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros
mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la consumación de
la adopción como hijos, y la redención
de nuestro cuerpo.
El propósito de
Cristo es un mundo renovado con cuerpos renovados y almas renovadas que tomen
todos nuestros sentidos renovados y los conviertan en medios para disfrutar y
alabar a Dios.
Ju 20:22 Y
habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. -20:23 A
quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los
retuviereis, les son retenidos.
Mt 16:19 Y a ti
te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en
los cielos
Jesús dio a Pedro y a los apóstoles autoridad tanto sobre la doctrina como sobre las prácticas de la iglesia del primer siglo. A través de la guía del Espíritu Santo, ellos recibirían sabiduría para saber qué prohibir y qué permitir.
Las llaves
representan la autoridad que Dios delegó a la iglesia. Mediante esas
llaves reprendemos el pecado en el nombre de Jesús. Oramos eficazmente en el
nombre del Hijo del Dios viviente. Atamos a los demonios y liberamos a los
cautivos en el nombre de Jesús. Anunciamos la culpa del pecado, la norma de
justicia de Dios y el juicio que vendrá. Proclamamos la salvación y el perdón
de pecados para todo aquel que se arrepiente y cree en Cristo como Hijo de
Dios.
La autoridad no se deriva de las cualidades personales ni del ministerio sino de las Escrituras y de la instrucción del Espíritu Santo, la cual se debe ejercer con humildad y en oración.
Ez 37:9 Y me
dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así
ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre
estos muertos, y vivirán.
Dios mandó a
Ezequiel que profetizara sobre los huesos secos que representan la casa de
Israel.
La vuelta a la
vida del pueblo de Dios recuerda a la creación cuando Dios sopló sobre él
“aliento de vida”. Cuando Dios derrama el Espíritu Santo sobre todo discípulo
comisionado por Cristo el Mesías, para ser transformado y restablecer su reino.