LA FE EN LA ADVERSIDAD
La
fe en Dios, la fidelidad en Dios nos asegura la gracia, la ayuda, la
divina providencia y la fortaleza de Dios en medio de persecuciones,
pruebas o sufrimientos.
Por
la fe unos fueron librados y otros murieron, pues la fe sincera no
sólo lleva al creyente a hacer grandes cosas para Dios, sino que a
veces conduce al sufrimiento, persecución, dificultades y pobreza.
Heb
11:37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo
de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de
ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; -38 de los
cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los
montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
Los
santos fieles de Dios se negaron a adaptarse a las normas depravadas
del mundo y a los placeres inmorales, el mundo les pagó con rechazo,
desprecio y aflicción. En el AT soportaron persecuciones y
privaciones. Mediante la fe algunos evitaron filo de espada, mientras
que otros fueron muertos a filo de espada.
No
es contrario al evangelio el que un creyente consagrado sea pobre en
bienes materiales. Pablo decía que él tenia poco bienes de este
mundo, y sin embargo como siervo de Dios dio riqueza espiritual a
otros.
Ef
3:8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me
fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de
las inescrutables riquezas de Cristo,
La
gracia de Dios, dada a cada creyente para cumplir la voluntad de
Dios, es una fuerza estimulante que fluye del Cristo resucitado y
obra por medio del Espíritu Santo que vive en cada creyente.
Ro
5:21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también
la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo,
Señor nuestro.
La
salvación se produce como un don de la gracia de Dios, pero sólo
puede obtenerse por la respuesta humana de la fe en Jesucristo, es
una actividad que brota del corazón de toda alma que procura seguir
a Cristo como Señor y Salvador.
En
el NT se nos enseña a esperar la adversidad, a identificarnos con la
cruz.
Pablo
describe la relación con Cristo en términos de un profundo afecto
por el Señor y dependencia de Él. Tener la fe en Cristo es vivir en
íntima unión con Él, pues hemos sido crucificados en Cristo, hemos
muerto a la ley como medio de salvación y ahora vivimos por Cristo
para Dios, debido a la salvación en Cristo el pecado ya no nos
domina, vivimos en Él en su vida resucitada. Cristo es nuestra
fortaleza y fuente de vida, el centro de todos nuestros pensamientos,
palabras y acciones.
Todos
los santos del AT murieron sin recibir bendiciones y las promesas
plenas de Dios, pero en la muerte y la resurrección de Cristo, Él
consiguió la perfecta salvación, recibirán su herencia junto con
los creyentes en el cielo y la nueva tierra.
Es
por medio del Espíritu Santo que la vida resucitada de Cristo se nos
imparte de manera continuada, mediante la fe, la confianza, el amor,
la devoción y la fidelidad al Hijo de Dios, que amó a la humanidad
y se dio a sí mismo por ella. La vida por fe se considera como la
vida por el Espíritu (Ro 8:9-11).
Ro
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu,
si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene
el Espíritu de Cristo, no es de él. -10 Pero si Cristo está en
vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el
espíritu vive a causa de la justicia. -11 Y si el Espíritu de aquel
que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó
de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros
La
fe implica arrepentimiento, el arrepentimiento es volverse, abandonar
los malos caminos y volverse a Cristo, al señorío de Cristo y de su
Palabra (Hch 26:18). El arrepentimiento es una decisión libre de
parte del pecador, hecha posible mediante la gracia capacitadora dada
al oír el evangelio y creer en Cristo.
La
fe salvadora implica el arrepentimiento, siempre es una condición
para la salvación.
El
definir la fe salvadora sin el rompimiento radical con el pecado es
distorsionar de modo peligroso el punto de vista bíblico de la
redención.
La
batalla de la carne se libra dentro de cada creyente, la lucha es si
se rendirá a las inclinaciones de la carne y volverá a someterse al
dominio del pecado, o si cederá a las exigencias del Espíritu y
continuará bajo el dominio de Cristo. Este conflicto dentro del
creyente continua durante toda su vida terrenal si al fin ha de
reinar con Cristo.
Ap12:11
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte.
Las
adversidades son negaciones de las verdades de la fe cristiana, es
todo aquello que es contrario a la fe. El NT es la norma suprema de
la verdad, hay que cuidarse de cualquier enseñanza que diga que la
Palabra de Dios ya no basta y que la iglesia necesita erudición
moderna. Pablo enseña que es posible quedar excluido del reino al
participar en prácticas malvadas, sabiduría terrenal.
Sant
3:13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la
buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. -14 Pero si tenéis
celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni
mintáis contra la verdad; -15 porque esta sabiduría no es la que
desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. -16 Porque
donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa. -17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente
pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de
buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. -18 Y el fruto de
justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.