LA ORACIÓN
LA ORACIÓN
Es
la multifacética comunicación de todo creyente con Dios. Es la
invocación a Dios, invocar el nombre de Jehová, el clamor a Jehová,
levantar el alma a Dios, buscar a Jehová, acercarse confiadamente al
trono de gracia.
Sal
17:6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a
mí tu oído, escucha mi palabra.
Gn
4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós.
Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
Sal
3:4 Con mi voz clamé a Jehová,Y él me respondió desde su monte
santo.
Sal
25:1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
Is
55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto
que está cercano.
Heb
4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Heb
10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos
con agua pura.
La
necesidad de la oración sale de los labios de los salmistas, de los
profetas, apóstoles y del Señor Jesús,
Mt
26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu
a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Jn
16:24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y
recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
La
oración es el vínculo necesario para recibir las bendiciones y el
poder de Dios, y el cumplimiento de sus promesas. Jesús prometió
que sus seguidores recibirían el Espíritu Santo si persistían en
pedir, buscar y llamar a la puerta del Padre celestial.
Lc
11:5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a
él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes,
11:6
porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué
ponerle delante;
11:7
y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la
puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no
puedo levantarme, y dártelos?
11:8
Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin
embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que
necesite.
11:9
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y
se os abrirá.
11:10
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que
llama, se le abrirá.
11:11
¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una
piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
11:12
¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
11:13
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Los
apóstoles oraron fervientemente para que el Espíritu Santo les
diera denuedo y autoridad para hablar de su Palabra.
Hch
1:7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad; -1:8 pero recibiréis
poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra.
Dios
establece que los creyentes sean sus colaboradores en el proceso
redentor. Dios desea enviar obreros a la mies evangelística, Cristo
enseña que no se cumplirá a la plenitud ese propósito sin las
oraciones de su pueblo.
Mt
9:38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Se
pone en acción el poder de Dios para realizar muchos de sus
propósitos sólo mediante las oraciones fervientes y eficaces de su
pueblo por el progreso de su reino.
Si
se deja de orar, se pudiera estar obstaculizando la realización del
propósito redentor de Dios, para nosotros como para la iglesia como
cuerpo.
Las
oraciones no tendrán respuesta a menos que se tenga una fe sincera y
genuina.
Mr
11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que
lo recibiréis, y os vendrá.
Debe
hacerse la oración en el nombre de Jesucristo.
14:13
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo.
14:14
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
La
oración sólo puede ser eficaz si se hace conforme a la perfecta
voluntad de Dios, “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra”.
Dios
dará lo que le pide sólo si se busca primero su reino y su
justicia.
Mt
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas.
Para
que la oración sea eficaz hay que ser persistente.
Lc
18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de
orar siempre, y no desmayar,
18:2
diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni
respetaba a hombre.
18:3
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él,
diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
18:4
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro
de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
18:5
sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no
sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.
18:6
Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
18:7
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él
día y noche? ¿Se tardará en responderles?
18:8
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del
Hombre, ¿hallará fe en la tierra?