El templo de Dios
Esteban y Pablo dieron
testimonio de que no se podía aprisionar al Dios vivo en un templo hecho por
manos humanas (Hch 7:48-50; 17:24).
Hch 7:48 si bien el
Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta: 7:49 El
cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis?
dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? 7:50 ¿No hizo mi mano todas
estas cosas?
Hch 17:24 El Dios que hizo
el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la
tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 17:25 ni es honrado por
manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida
y aliento y todas las cosas.
Jesús mismo, como los
profetas del AT, censuró el mal uso del templo, de los que estaban destruyendo
su verdadero propósito espiritual.
Mt 21:12 Y entró Jesús en
el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el
templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían
palomas; 21:13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada;
más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
El punto central de
adoración para el cristiano se desplazó del templo a Jesucristo mismo, ahora
Él, no el templo constituye la presencia de Dios. Él es la Palabra de Dios
hecha carne,
Ju 1:14 Y aquel Verbo fue
hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Y en Él habita toda la
plenitud de Dios,
Col 2:9 Porque en él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
Debemos rechazar la adoración y oración a cualquier otro que no sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cristo es la supremacía y posición central en el plan redentor de Dios.
Col 2:18 Nadie os prive de
vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo
que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
Los falsos maestros hacen
cometer grandes errores en las iglesias, en la falta de doctrina, de enseñanza,
en la invocación y adoración para comunicarse con Dios, pues no existe otro
protector y mediador que no sea Cristo, y para ello es necesario que el Señor
transforme nuestros corazones, en mansedumbre y humildad y así mismo será la
libertad que se le otorgue al Espíritu de Dios, y será el nivel de fluir del
río de Dios en la vida de uno.
Ju 16:13 Pero cuando venga
el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas
que habrán de venir. 16:14 El me glorificará; porque tomará de
lo mío, y os lo hará saber.
El Espíritu toma de lo que es de Cristo y nos lo revela. Toma la presencia, el amor, el perdón, la redención, santificación, el poder, los dones espirituales, la sanidad y todo lo que es suyo mediante su relación de fe con Cristo.
El Espíritu Santo obra en
los creyentes y en la iglesia a fin de enseñar, corregir y guiarnos a la
verdad, nos hablará con respecto al pecado, la justicia de Cristo y el juicio
de la maldad.
Si se rechaza la dirección
del Espíritu y su obra, y si no se hace morir “las obras de la carne”, irán a
la condenación. La Palabra de Dios es irrefutable, intachable. El pecado
arruina tanto la vida como la plenitud del Espíritu Santo en el creyente.
El Espíritu Santo no sólo
vive en la iglesia, sino también en el creyente individual como su templo,
1 Co 6:19 ¿O ignoráis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Pablo advierte vigorosamente
contra cualquier contaminación del cuerpo humano por inmoralidad o impureza.
El cuerpo del creyente es
la habitación del Espíritu Santo, donde el Espíritu Santo es el sello de Dios
sobre un ser que le pertenece, por lo tanto el cuerpo nunca debe mancharse con
impureza, maldad, deseos, acciones inmorales. Más bien, debe vivir de manera
que glorifique y agrade a Dios. Todas la cosas me son lícitas, mas no todas
convienen.
Dios aborrece toda inmoralidad sexual. La intimidad sexual se reserva para la relación matrimonial y Dios la aprueba y bendice sólo en ese estado. Mediante el matrimonio los esposos llegan a ser un solo cuerpo según la voluntad de Dios. Dios ordena y honra el placer físico y emocional que resulta de la relación matrimonial fiel.
La entrega por fe a la voluntad de Dios con respecto a la pureza abrirá el camino para recibir el don del dominio propio por medio del Espíritu.
Ga 5:22 Mas el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 5:23
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 5:24 Pero los que son de
Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
En la nueva Jerusalén no hay necesidad alguna de un templo.
Como el templo era sólo un
símbolo de la presencia de Dios entre su pueblo y no la plena realidad, no es
necesario alguno cuando Dios y el Cordero estén de veras viviendo entre ellos:
“El Señor Todopoderoso es el
templo de ella, y el Cordero”.
Ap21:22 Y no vi en ella
templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.