LAVA LOS PIES DE TU HERMANO
Juan 13:6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo:
Señor, ¿tú me lavas los pies? 13:7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que
yo hago, tú no lo comprendes ahora;
mas lo entenderás después.
Juan 13:12 Así que, después que
les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13:13
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 13:14
Pues si yo, el Señor y el Maestro,
he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros. 13:15 Porque ejemplo os he
dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:16 De
cierto, de cierto os digo: El siervo no
es mayor que su señor, ni el
enviado es mayor que el que le envió.
Reflexión: cuando no podemos comprender el ahora, Dios nos dice lo
comprenderás después, algunas situaciones nos producen ansiedad e impaciencia,
pero no es bueno que un cristiano ande en ansiedad, es mejor esperar en el Señor, porque lo que Dios hace es mejor que lo que nosotros podemos hacer con
nuestra propia fuerza. El Señor nos exhorta con esta palabra a lavar los pies
de unos a otros, pero esto no es literal como algunos han querido entender,
lavar los pies es cubrir con amor los defectos y debilidades de los demás
hermanos, limpiar con la ministración de la palabra las faltas que podemos
tener, para que seamos eficaces en las manos de Dios. Cuando recibimos dones no
es para hacernos mayor que los demás, es simplemente para ministrar esos dones
a los hermanos que lo necesitan, el siervo no es mayor que su señor, si Dios me
da una palabra es para que esta palabra te limpie los pies, te limpie tu
debilidad, para que tú y yo caminemos en el Señor y llevemos fruto cual al
ciento por uno.