El engaño
El poder interior del Espíritu y la realidad de la presencia
de Dios que es el resultado del Espíritu libran al creyente del temor a los
demás y le dan valor renovado para testificar de Dios.
Cuando el Espíritu de Dios mora en nosotros da confianza, el
gozo que recibimos testifica a la vida que Dios es una realidad, sólo la
voluntad de recibirlo en nuestro corazón transforma nuestro propósito en ser edificados
por su amor.
Dios considera que cualquier corazón engañoso entre los que
dicen ser nacido de nuevo y ser creyentes llenos del Espíritu es una ofensa
grave, en la cual no será transigente.
No se puede amar al dinero y al mismo tiempo amar y servir a
Dios (Mt 6:24, Jn 5:41-44), una vez que el dinero y la alabanza humana toman
posesión de una persona, su espíritu se abre a toda clase de maldad satánica (1 Ti 6:10).
1 Timoteo
6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Hechos
6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Hechos
5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón
para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no
estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los
hombres, sino a Dios.
El origen del mal es desobedecer a Dios, mentir a Dios trae
graves consecuencias, no podemos edificarnos en base de mentira, un ministerio
ha de dar sacrificio de testimonio delante de Dios, pues nada le podemos
ocultar, seamos consecuentes que la mentira ha de ser borrada de nuestras
mentes y el corazón no puede recibirla.
Es esencial que los creyentes reconozcamos la importancia del
Espíritu Santo en el plan redentor de Dios, y en la voluntad en nuestros corazones
de ser transformados por Él cada día para su gloria.
Dios les bendiga